Este 10 de mayo volverás a tener la oportunidad de apapachar a tu mamá, demuéstrale que no sólo piensas en ella cuando necesitas algo o cuando le cuentas a los demás sobre las regañizas legendarias que te ha dado; bien merecidas, por su puesto.
También ella se tiene bien merecido que la consientas, así que ponte las pilas y llévala a Plazarella. Después de todo el tiempo y esfuerzo que te ha dedicado para que no la riegues en la vida, mínimo discútete con algo que realmente le guste y pueda disfrutar.
Primero viene la parte más difícil: pensar qué le vamos a regalar. Concéntrate y trata de recordar qué ha dicho ella que le gustaría recibir, ¿has notado que le hace falta algún accesorio o prenda de vestir?, ¿tu mamá prefiere los obsequios o que la inviten a pasear? Toma nota de cuantas ideas te vengan a la mente, analízalo bien y escoge lo que creas que le venga mejor.
VE A LO SEGURO
Lo infalible es llevarla a comer. Para tu suerte, en Plazarella el menú es amplio, ya sea que se le antoje carne asada, tacos, hamburguesas o algo más ligero acompañado de un cafecito.
Satisfechos, pero con un huequito en el estómago, aquí se nos presentan dos caminos a elegir: 1) vamos al cine y dejamos que mamá escoja la película, así como el combo; o 2) le compramos un pastel y regresamos a casa para partirlo. Queda decidido: primero entramos a Movie Center y hasta que salgamos de la plaza pasamos por el pastel.
Otra posibilidad es que mamá en realidad necesite estrenar, ya ves que su teléfono se traba a cada rato, y no precisamente por las toneladas de memes con “frases bonitas” que le envía a toda la familia; la verdad, ya está bastante correteado.
Si ese es el caso, habrá que ir directo al local de celulares y comprarle un nuevo equipo. Pues ni modo que mamá estuviera incomunicada y no pudiera escribirte para saber dónde andas. Ni lo sueñes, mejor ayúdale a configurar el aparato.
Un buen detalle también sería regalarle una experiencia que pueda disfrutar a solas y que le permita desconectarse de todas sus preocupaciones, como sesiones de spa o masajes, para que vuelva a casa relajada y con energías renovadas.
En ese sentido, igual le caerían bien unas clases de yoga, pilates o hasta de ritmos latinos; como siempre ha dicho que le gustaría aprender bien a bailar salsa, y no con los pasos chuecos de tu papá. Ahí tienes una alternativa más. Podríamos continuar enumerando más opciones para consentir a mamá, pero se nos haría tarde y hay que festejarle a la jefecita del hogar. Así que si quieres ir a lo seguro, en Plazarella se lo pasará de lujo.